Nuestras jóvenes promesas volvieron a sorprendernos un sábado más y ya van tres. Lo que parecía un año meramente de aprendizaje y crecimiento como equipo, en el que las victorias se harían esperar, y mucho, se está convirtiendo en una temporada donde no alcanzamos a ver el techo de semejante promoción de jugadoras.
En un grupo heterogéneo en edades, intensidad, nivel de juego… encontramos una gran virtud: el equipo. Todas ganan, pierden, ríen, animan, celebran, cantan como un auténtico equipo y esa está siendo la clave para que nuestras pequeñas guerreras estén jugando de esta manera cada sábado. Además no podemos olvidarnos del gran ejemplo que están dando nuestras jugadoras del Alevín A en cada entrenamiento para que las pequeñas sigan creciendo.
En lo que al partido se refiere tuvimos otro encuentro no apto para cardíacos donde nos llevaron hasta el tercer y definitivo set. La clave estuvo en un gran servicio y algunas recepciones fundamentales en los momentos precisos de cada set.
Por último valorar enormemente las tres jugadas de tres toques que realizaron y que demuestran la línea ascendente de progreso que lleva este equipo.
¡Felicidades!