El anterior derbi contra el Torrelodones había salido a nuestro favor pero, aún viniendo con las pilas cargadas por la victoria, dedicamos los momentos de calentamiento para trabajar la concentración y el carácter, salir a la pista seguros de nosotros mismos y procurar no despistarnos era nuestro objetivo.
Empezamos el partido con actitud, no sin fallos ya que pasado el tiempo comenzamos a bajar mucho los brazos en defensa y perdimos tiros fáciles. Debíamos ponernos de nuevo las pilas porque nos fuimos perdiendo el primer cuarto 8-13. Conscientes de los fallos que habíamos cometido los corregimos y jugamos al contraataque consiguiendo ponernos un punto por delante con un parcial de 13-7 al final de la primera parte.
El tercer cuarto volvimos a ganarlo a pesar de seguir cometiendo los mismos fallos, bajamos los brazos en la defensa concediéndoles canastas muy fáciles, al igual que muchas faltas que podían haberse evitado y por las que perdimos un jugador. En esta situación nos jugamos todo el partido en el último cuarto sin conseguir remontar. Perdimos concentración, nos apretaron mucho en la defensa, fallamos tiros y concedimos muchos fáciles al equipo contrario, que durante todo el partido solo sacó a 5 jugadores, quedando 5-20 en el último cuarto.
En este partido hemos aprendido que hay que trabajar más la defensa, no perder concentración ni relajarse y que un partido dura 40 minutos tanto para competir como para disfrutar. Todos nuestros jugadores lo comprobaron. Así que perdimos, sí, pero al menos jugamos todos y aprendimos todos.