SAN IGNACIO TORRELODONES 90 – 40 SANTA MARÍA DEL PILAR
Este sábado jugábamos en el María de Villota el partido de ida contra un colegio con gran tradición en el baloncesto madrileño, el Santa María del Pilar.
Nos presentábamos con sólo siete jugadoras preinfantiles disponibles para saltar al terreno de juego debido a la lesión de Julia, a las ausencias de Eva y Paula, y a la coincidencia en el horario del partido de las alevines que no las permitía echarnos una mano.
Lo que podría haber sido un inconveniente terminó jugando a nuestro favor. El ser pocas nos mantuvo concentradas y dentro del partido a todas, sin tiempo para distracciones en el banquillo. Las rotaciones fueron continuas y desde el primer minuto hasta el último impusimos nuestro ritmo, bien colocadas en defensa y saliendo rápidas al contraataque, lo que hizo que el esfuerzo se viera reflejado en el marcador.
Lección aprendida: el esfuerzo, la actitud y la concentración tienen su recompensa en algún momento ¡nunca hay que bajar los brazos