Este fin de semana marcó el inicio de una nueva etapa para nuestros equipos federados. Tras semanas de entrenamientos, nervios y expectativas, nuestras jugadoras finalmente saltaron a la cancha para demostrar todo lo que han venido trabajando.
Los resultados fueron variados: algunos equipos celebraron sus primeras victorias, mientras que otros afrontaron la experiencia de la derrota. Pero, más allá del marcador, lo verdaderamente importante fue ver el entusiasmo, el compromiso y las ganas de crecer que cada una de las jugadoras mostró en cada punto, cada saque y cada defensa.
Este inicio de temporada representa mucho más que el comienzo de la competencia; es el punto de partida de un camino de aprendizaje y superación. En cada entrenamiento y en cada partido, nuestras jugadoras no solo perfeccionarán su técnica y comprensión del juego, sino que también desarrollarán valores fundamentales como la perseverancia, el trabajo en equipo, la disciplina y el respeto.
El objetivo de este año no se mide únicamente en victorias, sino en evolución. Queremos que cada niña finalice la temporada sintiéndose más fuerte, más segura y más consciente del poder que tiene cuando se esfuerza por superarse.
Estamos muy orgullosos de todas ellas y de los entrenadores que las acompañan con tanta dedicación. ¡Vamos equipos, a por una gran temporada!