Benjamín: pase directo a semifinales
El equipo Benjamín de voleibol ha logrado lo que muchos no creían posible: una temporada perfecta. Con 12 victorias en 12 partidos, las jóvenes jugadoras han demostrado una capacidad de esfuerzo y superación digna de admiración, ganándose su pase directo a semifinales. Pero más allá de los resultados, lo que realmente destaca es el trabajo duro, la dedicación y la evolución de estas pequeñas jugadoras de 8 y 9 años, que han aprendido a crecer juntas, dentro y fuera del campo, gracias a su compromiso y esfuerzo colectivo.
Como entrenadora, sabía que no sería fácil. A esta edad, no solo se trataba de enseñarles a colocar, rematar o pasar, sino de inculcarles una mentalidad de equipo, de esfuerzo constante y de disciplina. Cada entrenamiento fue una oportunidad para enseñarles que el voleibol, más que un deporte, es un compromiso con el equipo y consigo mismas. Desde el principio, mi enfoque fue claro: la clave para el éxito no solo estaba en los aspectos técnicos del juego, sino en el trabajo constante, el esfuerzo y la resiliencia.
No fue un camino sencillo. Al principio, muchas jugadoras no entendían del todo la importancia de la precisión en sus movimientos o la paciencia durante un rally. A veces cometían errores, otras veces sus nervios les jugaban una mala pasada. Pero lo que nunca les faltó fue actitud. La actitud de seguir adelante, de aprender de los errores y de apoyar a sus compañeras en cada momento. De hecho, lo que más me impresionó fue cómo, a tan corta edad, comenzaron a comprender que el trabajo en equipo lo es todo: que cada punto ganado no solo era mérito de una, sino de todas.
Este equipo no solo ha sido un ejemplo de técnica y destreza, sino de carácter y esfuerzo. El pase directo a semifinales no es más que el reflejo de todas esas horas de trabajo, de las sonrisas y las frustraciones compartidas, de las caídas y de las victorias. Y, como entrenadora, puedo decir con orgullo que he sido testigo de su crecimiento, no solo como deportistas, sino también como personas.
Ahora, con la clasificación asegurada y el sueño de las semifinales al alcance, sé que este equipo tiene mucho más por ofrecer. Estoy muy orgullosa de lo que hemos conseguido hasta ahora, y lo más emocionante es que esto solo es el principio. Estas pequeñas campeonas tienen un futuro brillante, y lo mejor de todo es que lo están construyendo con su trabajo duro y su esfuerzo incansable. Sin lugar a dudas, lo mejor está por venir.